
¿Cómo Duermen los Israelies?
- Luis Molina
- hace 2 días
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¿Cómo duermen los israelíes?
Por Luis E. Molina
Resulta que tengo un amigo de negocios israelí que vive en Miami. Se llama Elías Fosman. Cuando comenzó la matanza en Gaza, traté de dialogar con él. Traté de conversar con calma, de explicarle lo grave que era esta actuación, de apelar a su humanidad. Pero el diálogo no pudo ser menos fructífero. Era como hablar con una pared. No entendía, no comprendía nada. Era como hablar con un animal.
Los israelíes han sufrido mucho, sí, como también los cristianos, los árabes, los africanos y los pueblos de América Latina. Pero en el caso de Israel, su historia ha sido usada para justificar un odio estructural, una religión que, para muchos, les ha enseñado a sentirse superiores, elegidos, distintos.
Elías Fosman, mi amigo, no lo entendía. No podía procesar la idea de que matar a más de 50 mil personas y robarles un pedazo de tierra no es legítima defensa, es una tragedia humana. Le hablé de niños, de mujeres, de ancianos sin hogar. Le hablé de la memoria de Martín, de los inocentes palestinos que no tienen voz. Pero no hubo respuesta. Solo silencio. Solo justificación. Solo ceguera.
Y ahí me di cuenta de algo: tengo que darle gracias a Dios por la poca cordura que aún conservo. Porque no me dejo llevar por mis instintos, por la furia o la sed de venganza. Porque puedo ver al otro como ser humano, aunque el otro no me vea a mí.
Sé que el pueblo israelí no es malo. Lo creo firmemente. Sé que muchos de ellos miran al cielo y piden perdón en silencio, dentro de sus corazones. Pero también sé que están fuera de control. Y esa pérdida de control, esa desconexión de la realidad, es una muerte peor que la física. Es una muerte moral.
A todos aquellos israelíes que están tratando de parar la matanza, les deseo que Dios los bendiga y los cuide. Son una luz en medio de tanta oscuridad.
Fíjense que me refiero a los israelíes y no a los judíos, porque muchos judíos en el mundo están en contra de esta barbarie. Espero que dentro de Israel se levante una verdadera resistencia al genocidio de Netanyahu. No debemos olvidar que él no es muy diferente a Hitler, o a otros que Occidente critica con fuerza. No mencionaré nombres, pero todos sabemos a quiénes me refiero.
Sé que todas las religiones, todos nuestros credos, tienen errores. Que todos los libros, sean cuales sean, nos dicen cosas que a veces rayan en la locura. Pero tenemos que luchar por volver a la humanidad. Tratar de ser mejores. Tratar de dejar atrás los dogmas que nos separan y los fanatismos que nos ciegan.
No se trata de religión. Se trata de humanidad.
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