Les Molesta
- Luis Molina
- hace 2 días
- 3 Min. de lectura
Les molesta Ucrania/Rusia, pero no les molesta Israel/Palestina.
Por Luis E. Molina
A los que somos humanistas nos duele lo que ocurre en Ucrania. Nos duele también lo que ocurre en Israel.
He visto personas decir que putin es el Diablo y querer canonizar a Netanyahu, es una inchoerencia abismal.
Reconozco los errores de ambas partes y entiendo que la única salida real es buscar una solución humana y duradera, la búsqueda real de la paz y no lo que parecen buscar algunos de un lado y el otro que es la guerra total.
Pero lo que más nos sorprende no es la guerra.
Lo que sorprende —y duele— es la incoherencia de quienes se indignan selectivamente.
De quienes levantan la voz por un conflicto y callan ante otro.
De quienes se escandalizan con una accion en Ucrania, cuando viven en israel sin preocuparles lo que su gobierno le hace a la humanidad.
Por que lo que está haciendo Israel no es contra los palestinos es contra lo que nos queda de humanidad.
No podemos continuar con este nivel de hipocresía.
Tenemos que revisar qué nos pasa.
¿Por qué somos tan incoherentes en Occidente?
¿Por qué tenemos esta doble moral?
Tú me dirás que China, que Rusia, que Cuba, que Irán, que Corea…
Pero se supone que nosotros somos mejores.
¿Por qué no lo somos en la realidad?
Se supone que creemos en la democracia.
¿Pero de verdad la creemos?
Porque no nos importa lo que los israelíes están haciendo con los palestinos,
pero sí nos horrorizamos con lo que pasa en Ucrania.
¿Por qué? Porque así lo decidió Europa.
Esa Europa que, con su aire de superioridad, siempre se aleja de toda la complicación mundial… mientras la provoca.
Yo quisiera que Alemania razonara con lo que está haciendo.
Que Francia razonara.
Que Estados Unidos razonara.
No le pido razón a China, ni a Irán, ni a Rusia…
Porque nosotros somos el gran poder occidental,
el que dice defender los derechos humanos, la justicia y la libertad.
Pero esta doble moral es grave.
Gravísima.
Miren lo que ha pasado en Palestina. Un gobierno israelí que ha hecho lo que le ha dado la gana, frente a la mirada indiferente de un mundo cruel,
que ha dejado a los palestinos sin piedad.
Y lo peor: ni siquiera los propios países musulmanes parecen ya preocuparse por Palestina.
Y eso, aunque duela, no debe sorprendernos. Porque la maldad no tiene nacionalidad. Está en toda la humanidad.
Señores, yo quiero que ustedes se den cuenta del daño que Israel le ha hecho a Occidente con esas matanzas.
Porque ha evidenciado lo que realmente somos.
La mirada indiferente y los pocos reclamos de países como Francia, Inglaterra, España y Alemania demuestran lo que son:muchas palabras sobre derechos humanos,muchos discursos a favor del desorden y el caos disfrazado de libertad, pero ningún compromiso con una humanidad verdadera, estable, libre de miedo y con derecho a vivir y a querer.
Por eso, si tú —lector— eres una persona buena, católica, cristiana, gnóstica o simplemente alguien de buen corazón,
tienes que darte cuenta del daño que nos hace esta doble moral.
Porque ese daño no es solo ético: es real, es tangible, es mortal.
Se avecina otra guerra en Europa.
No tienen otra forma —creen ellos— de resolver sus crisis económicas, morales y sociales. Morirán millones innecesariamente.
No solo ucranianos y rusos.
Morirán franceses, alemanes, ingleses…
Porque eso es lo único que parecen saber hacer: repetir su historia con más destrucción.
Y, aunque suene irónico o increíble,
la única voz que hoy intenta frenar esa guerra es la de Donald Trump.
Europa debe entender que su solución no está en los tanques ni en los drones.
Está en reformas estructurales profundas.
En volver a mirar hacia adentro.
En sanar lo que está roto en sus propias sociedades.
La guerra no es la solución.
Nunca lo ha sido ni lo sera.
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